La vida luego de la universidad es muy práctica y manifiesta acciones, necesidades y paradigmas que rompen con todo aquello que se pueda aprender en las aulas. Esto aplica para los psicólogos recién graduados, más por igual para todos los profesionales. Incluimos por igual a quienes ejercen oficios, sean empíricos o heredados. Para todos por igual aplican satisfactoriamente los principios para iniciarte en la terapia psicológica, porque con éstos pueden adelantarse de manera racional, equilibrada y resolutoria a la mayoría de conflictos intra e interpersonales.
Y si usted, joven estudiante, decide estudiar psicología, tome los siguientes principios como un norte que aumente su absorción del valor de cada cátedra para hacerse y ser el mejor en su especialidad como Hugo Filippe, psicólogo profesional y con gran experiencia quien es una referencia ejemplar.
Principios para iniciarte en la terapia psicológica
Cada uno de estos pasos es una construcción que mejora ese templo del saber que es tu propia conciencia que ha de estar al máximo de su potencial para fortalecer tanto propia como de otros la personalidad humana positiva, segura y constructiva que tanto se espera de un profesional de la psicología.
Aplicar en base a lo que mejor se sabe
La psicología no es para predecir a las personas, sino para analizarles y ayudarles a canalizar metódicamente en pro de su bienestar. Aunque sí es algo más complicado que eso, he allí el norte. Para poder analizar uno ha de tener algunas bases teórico – prácticas y quizá vivenciales o empíricas para poder organizar sus esfuerzos y saber llevar a las personas a coronar sus necesidades psicológicas, socioemocionales, comunicativas.
Se han de tener principios para iniciarte en la terapia psicológica no sólo basados en los libros, sino en las experiencias y concatenación de eventos para poder encontrar la mejor forma de análisis a los distintos problemas que pueden surgir de una o varias mentes humanas.
Principios para iniciarte en la terapia psicológica: No existe la perfección
La experiencia llega con cada caso, con cada estudio, con cada éxito y hasta con cada fracaso. Con el apoyo de quienes están más adelante en la profesión y la vida. Siempre se debe tener presente que la complejidad humana amerita diversos enfoques en base a que cada ser es único. Por ello cada terapia ha de serlo y en ocasiones aplicará el ensayo y error o ir más allá con el no puedo con este caso. Eso no te hace mal psicólogo, por el contrario, te hace mejor profesional. De cada tropiezo, mejor te levantarás y jamás perjudicarás si eres subjetivo contigo.
Principios para iniciarte en la terapia psicológica: Generar confianza
Si confías en ti, sin envanecerte ni vanagloriarte, mostrando en cada éxito la humildad y sapiencia obligadas, generarás confianza en todos los que a tu terapia se sometan. Y eso creará un efecto dominó que siempre te impulsará a no dormirte en los laureles.
Domina tus miedos y emociones, sé práctico, inspira normalidad y brinda alternativas viables en plazos laxos; sé comedido de manera profesional con la debida aplicación de la escucha activa y la propuesta asertiva.
Valórate como persona y profesional
Existen principios para iniciarte en la terapia psicológica que son altruistas, vocacionales o humanistas, donde en cada ocasión posible, aplicar los conocimientos y herramientas profesionales ayudan a los demás sin intereses económicos.
Esto es loable y justo, más hay que ir creando líneas profesionales. Tampoco es que ayudes para captar y luego cobrar, sólo debe existir un nivel, incluso para ser tú mismo una persona que reciba ayuda de otros.
Aléjate de ser un mero consejero
La psicología brinda alternativas metódicas que asemejan consejos, pero no lo son. Pero uno de los principios para iniciarte en la terapia psicológica es saber escuchar en pro de ofrecer soluciones específicas a los aspectos emocionales, actitudinales y profundos de cada paciente.
Principios para iniciarte en la terapia psicológica: La previsión
Sí, hay situaciones estándar y recurrentes como las familias disfuncionales, disputas matrimoniales, problemas entre socios, etc., que tienen por igual terapias específicas. Prepárate en ellas y mejóralas en base a tu personalidad, visión y prácticas previas. Prever esas situaciones puede ayudar a la atención masiva de pacientes o grupos específicos concertados, aupando una mejora colectiva.